sábado, 12 de junio de 2010

LEY DE LA SINGULARIDAD


Ley de la singularidad.
La historia demuestra que lo único que funciona en marketing es un golpe audaz y único, es decir, sólo una jugada producirá resultados sustanciales. Coca Cola está presente con Classic y New Coke: la primera se ha fortalecido, mientras que la segunda apenas sobrevive.
Una sola acción será la que lleve la marca a la gloria. Esa jugada no se sabe en qué momento se dará pero marcará la diferencia y generará un cambio sustancial, es una ley simple que no dice mucho.
En cada situación, únicamente una jugada producirá resultados sustanciales.

LEY DE LA SINCERIDAD


En el mundo existen productos que tienen una caracteristica negativa ,el no aceptar lo negativo del producto lo saca de la mente del cliente.
El aspecto negativo debe percibirse ampliamente como tal y provocar una aceptacion instantanea en la mente del cliente potencial, y tiene que cambiarlo rapidamente a positivo
El proposito de la sinceridad no es pedir disculpas sino establecer un beneficio que convencera a su cliente potencial
Cuando admita algo negativo, el cliente potencial le concederá a cambio algo positivo.

LEY DE LOS ATRIBUTOS


Las marcas tienen atributos que deben destacar, entonces nuestro atributo debe ser diferente al de la competencia. Si la competencia se destaca por tener zapatos bonitos entonces podemos tomar el atributo de tener zapatos resistentes y durables. En cierta forma un zapato bonito no es muy durable, entonces se puede utilizar otro atributo y así posicionar mejor la marca.
Para cada atributo existe otro opuesto, igual de efectivo

LA LEY DEL SACRIFICIO


LA LEY DEL SACRIFICIO
Es así de simple, no se puede tener todo como marca. Si queremos ser el mejor en zapatos para varones adultos, no podemos ser el mejor en zapatos para mujeres o niños. La marca debe ampararse en algo que quiera destacar y sacrificar otra. Si tenemos una empresa de autos y somos los autos “más seguros” no podemos ser “los más rápidos, seguros, lindos, grandes, etc.”
Se debe renunciar necesariamente a una cosa para conseguir otra.